Leyendas largas de terror con las que no podrás dormir

El significado de “Murderer”
El significado de “Murderer”

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En esta ocasión queremos compartir con todos ustedes nuestras leyendas largas de terror, las cuales te recomendamos que leas tranquilamente desde inicio hasta el final, y aunque son leyendas un poco largas , son bastante amenas e intrigantes y seguro que las disfrutaras bastante, muchas de ellas son leyendas de terror, otras tienen mucho suspenso y misterio, así como sucesos paranormales.

Por otro lado, también te recomendamos nuestras leyendas cortas o para los que quieren de algo más rápido de leer, contamos con leyendas muy cortitas, sin más, te dejamos nuestra recopilación con 20 leyendas largas de terror.

Indice

Leyenda de terror el libro de Biología

La leyenda de terror que estoy a punto de contarles ocurrió no hace mucho tiempo en una universidad cercana al lugar en donde vivo. Sucede que era el inicio del año escolar y los alumnos de nuevo ingreso se estaban acomodando en los dormitorios.

Lucía llegó temprano, pues quería tener sus cosas organizadas antes de que empezara el ajetreo de las clases. Tomó la cama del fondo, ya que estaba cerca de la ventana y si había una cosa que le gustaba, era sentarse a la luz de la luna a escribir poesía en sus ratos libres.

Como cuatro horas después, llegó Clara, quien obviamente se convertiría en su compañera de habitación.

– Buenas tardes, mi nombre es Lucía, ¿tú debes ser Clara?

– Hola que tal.

Aquel escueto diálogo fue lo único que hablaron esas dos chicas por lo menos durante la primera semana. Quienes las veían, enseguida notaban que eran como el día y la noche, es decir, no tenían nada en común.

Sin embargo, durante el transcurso de los meses una amistad comenzó a formarse entre ellas, sobre todo porque a Clara se le dificultaba la materia de biología. Un día mientras estaban en una de esas clases, el Maestro les recordó que la próxima semana tendrían que presentar su examen bimestral.

– ¡Se me olvidó por completo que la prueba es el próximo jueves!

– ¿En serio Clara? Pero si las fechas de exámenes se pegaron en el periódico mural hace más de una semana.

– Ay amiga, tú porque te detienes a leer cualquier cosa, yo en cambio quiero asistir al baile de disfraces. Respondió la muchacha.

– ¿Cuál? ¿Acaso hablas del rodeo que va a organizar la escuela?

– Sí, ahí va a estar Marcos, y presiento que es mi oportunidad de hacerme su novia, pues acaba de romper con Karen.

– Te aconsejo que no vayas y mejor te quedes estudiando conmigo. Si no pasas ese examen, tendrás que repetir el curso y estoy segura de que a tus papás no les va a gustar para nada esa idea.

– Ellos ya les pediré perdón, pero no voy a desperdiciar la oportunidad de estar con el hombre de mi vida.

– Como quieras, yo solo digo que debes de empezar a elegir mejor tus prioridades.

– ¡Está bien! Me quedaré a estudiar. Refunfuñó Clara.

El día en que se celebraría el evento, en los pasillos de la Universidad se podía ver a los alumnos que vestían trajes de vaqueros y se disponían a acudir al auditorio para empezar con la fiesta.

No obstante, Lucía cerró la puerta de la habitación, encendió la luz y tomó un gran alto de libros y empezó a estudiar.

Por su parte, Clara solamente se limitaba a hojear su libreta de apuntes.

– Se la deben estar pasando fantástico, escuché que a las 10 de la noche iban a empezar a contar leyendas de terror con las luces apagadas. Y con lo que a mi fascinan las historias de espantos y de fantasmas. Dijo Clara.

– Puedes ir a la fiesta, siempre y cuando te aprendas los fenotipos que van a venir en el examen.

– Uff, eso me hubieras dicho. Ahorita mismo me pongo a memorizarlos.

Exactamente cuando el reloj marcaba las 10:45, su amiga le demostró a Lucía que ya se sabía al derecho y al revés la lección de biología, por lo cual podría asistir al compromiso social, sin temor a sacar una mala nota.

– Tal vez a la hora que vuelvas, yo ya esté dormida, pero en la mañana me cuentas que tal te fue.

– Deséame suerte con Marcos.

– Mucha suerte amiga, aunque no la necesitas, pues eres muy linda y agradable.

Clara pasó una de las mejores noches de su vida, no sólo porque se hizo novia de la persona que amaba, sino también porque fue nombrada la reina del baile.

Regresó a los dormitorios de la universidad cerca de las tres de la mañana y antes de entrar al cuarto, se quitó los zapatos para no hacer ruido. Con la luz de su teléfono se alumbró un poco y observó cómo su amiga se había quedado dormida boca abajo con la cara entre las páginas de uno de sus libros.

Creyó que lo mejor era no despertarla, ya que mejor sería hacerlo por la mañana y así pedirle que le ayudara a repasar de nuevo la lección.

Clara abrió los ojos en el momento en el que el primer rayo de sol entró por la ventana. De un brinco se bajó de la cama y corrió a despertar a su amiga quien seguía exactamente en la misma posición. Cuestión que se le hizo raro, pues por lo regular Lucía dormía de lado.

– ¡Ya levántate floja, tienes que ayudarme a estudiar! Gritó la joven.

Como no obtuvo respuesta, la sacudió del hombro fuertemente, percatándose de que el cuerpo de su amiga estaba como un témpano de hielo. Luego acercó una de sus manos hacia la cabeza de Lucía, sólo para sentir algo húmedo y viscoso.

Levantó los ojos y casi se desmayó al ver que en una de las paredes estaba escrita una oración con sangre:

“Tú también debiste de ir a la fiesta, pero preferiste quedarte estudiando. Éste es el precio que tuviste que pagar”.

Como pudo Clara giró el cuerpo inerte de Lucia y vio como la cara de su amiga estaba llena de heridas y golpes.

De su abdomen brotaban borbotones de sangre e inclusive se llegaban a asomar algunas de sus vísceras.

La joven desconsolada se tiró al piso pataleando y rompiendo llorar como una niña, hasta que sus lamentos fueron escuchados por uno de los prefectos, quien al presenciar la escena dio aviso a las autoridades universitarias, para que éstas a su vez llamaran a la policía.

Los detectives no pudieron encontrar a ningún sospechoso, pues los interrogados dijeron que no notaron nada anormal esa noche. Las cámaras de vigilancia tampoco registraron ninguna actividad extraña.

Esta leyenda de terror dio un giro de 180°, cuando uno de los investigadores revisó el expediente médico de Clara y vio que había sido internada en su adolescencia en una clínica psiquiátrica por problemas de esquizofrenia y doble personalidad.

Además, en ese reporte constaba que dos de sus mascotas habían sido asesinadas por ella con una navaja. Sin embargo, esas hipótesis no pudieron ser probadas, ya que la chica se tiró de un puente a las dos semanas del deceso de Lucía.

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Leyenda de terror al sonar el timbre

Hoy en día es muy común que los niños vivan con uno de sus padres, pues las tasas de divorcios se han duplicado durante las últimas décadas. Esta leyenda de terror inicia en una noche de abril cuando Fernanda veía un juego de fútbol al lado de su padre.

“Interrumpimos esta transmisión para informarles que de acuerdo con la redacción de este canal hace unas horas se escapó un enfermo del hospital psiquiátrico. Les recomendamos no salir de sus casas, ya que este individuo es extremadamente peligroso. Si tienen alguna información sobre su paradero, por favor comuníquese a esta estación”.

– Papá, tengo mucho miedo. Te pido que por favor esta noche no salgas a trabajar.

– Hija, no puedo hacer eso, soy velador. Además en este mes ya he faltado dos veces puesto tú te enfermaste la semana pasada. Si lo vuelvo hacer, es probable que me corran y entonces tendrás que vivir con tu madre hasta que vuelva a encontrar otro trabajo.

– No papito no quiero irme con mamá. Comprendo lo que me dices, pero por favor ten mucho cuidado.

– Sí Fer, no te preocupes, cerraré la puerta incluso con la cadena. Sólo debes prometerme una cosa… ¡Pase lo que pase, no te acerques a la puerta aunque oigas sonar el timbre! ¿Me lo prometes?

– Claro papi. ¿Pero qué pasa si hay un incendio?

– Ya lo sabes, hay un duplicado de las llaves encima del refrigerador, pero únicamente debes usarlo en caso de que ocurriera algún siniestro.

La niña de 11 años le dio un beso de despedida a su papá y se dirigió a su habitación a seguir viendo la televisión. Una vez más puso el canal de noticias, en donde se enteró que el desquiciado del manicomio continuaba suelto.

“Nos informan que el maniático que se fugó esta tarde se le vio cerca de la calle de los Robles”.

El pavor invadió hasta lo más profundo del ser de Fernanda, ya que sabía que esa calle se encontraba a unas cuantas cuadras de su domicilio. Apagó el televisor y las luces para intentar dormir, pero no podía ni siquiera cerrar los ojos, pues inmediatamente pensaba en situaciones horribles en las que aquel maniático entraría a su casa y la asesinaría.

Cerca de las 10 de la mañana el sonido del timbre la despertó. Transitó por el pasillo que conducía a la alcoba de su padre y vio que éste no había llegado a su hogar. Llegó hasta la puerta y con voz temerosa preguntó:

– ¿Quién es?

A esta pregunta alguien con voz sombría y tétrica le respondió:

– Soy yo hija abre pronto.

La niña no hizo caso y volvió a su cuarto hasta que poco después escuchó las sirenas de varias patrullas que aparcaban a las afueras de su domicilio.

Una vez más se aproximó a la puerta y alcanzó a escuchar a uno de los gendarmes que decía:

– Métanlo en la camioneta y llévenlo de vuelta al hospital psiquiátrico. Trae una sábana para tapar el cuerpo, no quiero que los fotógrafos vean cómo terminó este pobre hombre.

Fernanda fue a la cocina, jaló un banco y se subió en él para alcanzar el duplicado de las llaves que estaban sobre la nevera.

Abrió la puerta y lo único que pudo ver fueron un par de camillas. En una de ellas se encontraba un hombre amarrado gritando incoherencias. Por otro lado, en la camilla más próxima reposaba el cuerpo sin vida de un hombre. Supo que era su padre, pues reconoció la esclava de oro que colgaba de aquel brazo lleno de sangre.

Leyenda de terror El último suspiro de la reina

Los países de Europa del este, se caracterizan por tener en sus registros varias historias aterrorizantes. Hoy quiero retomar una de ellas, conocida como la leyenda de terror de la reina malvada. Cuentan que en una región montañosa había una monarca que era temida por todo su pueblo. El tiempo de tener descendencia ya se le estaba agotando y sin embargo no encontraba a quien desposar.

Fue entonces cuando su secretario organizó un evento social en donde asistirían los jóvenes casaderos de la región. Uno a uno los chicos iban presentándose y la soberana se limitaba a mirarlos con desdén. Hasta que un muchacho hizo que sus pupilas se posaran sobre él.

Ipso facto pidió que lo condujeran hasta donde ella estaba:

– Hoy debe ser el día más afortunado de tu vida, pues te he elegido como consorte real. Dijo la monarca.

– De ninguna manera me casaré con usted, después de lo que sus lacayos hicieron con mi familia.

– ¡Insolente! ¿Cómo te atreves a hablarme así? No sabes que por menos que eso puedo pedirle a uno de mis verdugos que te corte la cabeza. Además, ignoro de qué me acusas.

– Por su culpa mi padre fue azotado hasta morir, al no haber podido pagar la cuota de impuestos. Él suplicó clemencia y sólo pidió unos días más de plazo para liquidar la deuda. Sin embargo, su gente no hizo caso y alegó que se trataba de una “orden”. Mi madre también falleció ese día, dado que no pudo soportar el dolor de observar esa masacre.

– ¿Te sobrevive algún pariente?

– Sí, mis dos hermanas menores, su majestad.

– Al casarte conmigo, ellas formarán parte de la corte, lo que significa que su condición de vida mejorará marcadamente. De lo contrario, yo misma haré que los soldados quemen sus tierras y las dejen viviendo en la miseria, mientras tú te pudres en un calabozo.

– ¡No, a ellas no les haga nada por favor!

– Entonces te enviaré a una húmeda mazmorra hasta que cambies de parecer. ¡Guardias, llévenselo! Aliméntenlo únicamente con un mendrugo de pan y un vaso con agua al día.

– Lo que ordene, su majestad.

Pasó una semana y el joven aunque un poco más demacrado, no pronunciaba palabra alguna. Guardaba sus energías para comer y esperaba paciente a que la reina se desesperara y lo mandara colgar.

Transcurrieron treinta días con sus treinta noches y la situación era la misma. La monarca, quien veía a ese joven no como su futuro esposo sino como una posesión, creyó que ya era suficiente burla y ella misma fue al calabozo a darle un ultimátum al chico.

– Muchacho esta es tu última oportunidad para aceptar casarte conmigo en buenos términos. Si mañana a las siete de la mañana no he recibido la respuesta que deseo, la cabeza de tus hermanas rodará y yo misma me encargaré de que presencies el espectáculo.

– ¡Usted es una mujer trastornada, que cree que porque tiene poder puede someter el alma de los demás, pero se equivoca!

A la hora señalada el preso fue sacado de su celda y conducido al patio central del castillo donde ya se hallaba un encapuchado vestido de negro y sus dos consanguíneas frente al cadalso.

Trató de zafarse, pero los grilletes estaban hechos de acero sólido con lo que no consiguió moverse ni siquiera un ápice. Los gemidos y chillidos de sus parientes bien pudieron haber salido de la mente de cualquier escritor de leyendas de terror.

Cuando todo aquello concluyó al fin, los ojos del joven estaban acuosos y enrojecidos a causa de tantísimas lágrimas que derramó.

– ¡Es usted una vil serpiente! Ya no puede hacerme daño, me arrebató a las personas que amaba. Le advierto que debe cuidarse, ya que mi venganza será mortífera.

El hombre fue devuelto a la mazmorra, únicamente que ahora su dieta sólo estaba constituida por agua. Obviamente a los pocos días murió de inanición, dejando a la monarca tal y como había empezado, es decir, buscando a alguien para poder casarse.

Mientras eso sucedía, los pregoneros informaban al pueblo de los hechos que habían acontecido en el castillo. Esos relatos llegaron a oídos de un viejo hechicero, quien había sido buen amigo de la familia del muchacho.

– Es imperdonable lo que esa mujer ha hecho con todos ellos, en especial con ese joven, pues lo único que él hacía era el bien. Tengo que descubrir la manera de traerlo de nuevo a este plano terrenal para que pueda vengarse. Caviló el anciano mientras buscaba sus libros de hechicería.

Encontró uno que recopilaba algunas historias de terror en las que se usaron brebajes, los cuales permitían a las ánimas convertirse en fantasmas. De manera clandestina recolectó uno a uno los ingredientes de la pócima y tiró ese brebaje en la tumba del occiso.

No sucedió nada extraordinario a excepción de unas cuantas nubes negras que aparecieron en el cielo. Sin embargo, a partir de ese día la reina malvada empezó a tener pesadillas y a sentir que alguien la perseguía por todas partes.

– ¿Qué le sucede majestad? ¿Otra vez tiene un mal sueño? Preguntó una de sus criadas.

– Sí. Sueño con alguien que quiere asesinarme pero por más que busco verle el rostro, éste siempre está cubierto con una máscara roja. Ciertas noches siento la respiración de ese ser en mi nuca, como si estuviera esperando el momento exacto de clavarme un cuchillo por la espalda. No puedo seguir así, mis nervios me están matando.

– Ahora mismo bajo y le preparo un té señora.

– No, no me dejes aquí.

– No tema, los guardias cuidan su balcón y las escaleras.

La monarca se encerró y se recargó en una de las paredes. En ese instante, sus ojos vieron cómo se materializaba la figura del muchacho que hacía unos meses había aprisionado en uno de sus calabozos.

De dicha creatura fantasmal se formaron dos fuertes brazos que se dirigieron al cuello de la soberana estrangulándola sin que pudiera gritar.

Instantes después llegó la criada y escuchó a la soberana exhalar su último suspiro mientras alcanzaba a susurrar: Fue el fantasma del campesino.

El niño de la cachucha verde

Erasmo y su esposa subieron a su auto con la intención de dirigirse a la playa, pues por una cosa y otra habían pospuesto sus vacaciones por más de tres años.

– Bien sabes que detesto salir de noche a carretera, me da terror que por no ver bien las indicaciones del camino vayamos a parar a un barranco o algo así. Dijo la mujer.

– Mi vida ten calma, yo conduciré tranquilo. Además creo que deberías verle el lado positivo, ya que mañana a primera hora podrás estar bañándote en el agua cristalina del mar que tanto te gusta.

Encendieron la radio para escuchar música, hasta que la mala recepción de la antena lo impidió.

– ¿Trajiste la USB?

– No, lo siento. La olvide en la mesa del comedor. Respondió Erasmo.

Ambos permanecieron en silencio por un par de horas. Sin embargo, y más que nada por la aprensión a que su esposo se quedara dormido al volante, ella decidió empezar una conversación.

– ¿Te acuerdas de aquellas historias de miedo que escuchábamos por Internet?

– Sí, eran buenísimas. Me encantó la del fantasma que se aparecía en aquella casa abandonada cada vez que llegaba una nueva familia con la intención de rentarla.

– ¡Imagínate los escalofríos que deben haber sentido los niños!

De pronto se hizo un silencio profundo, pues el tema de los infantes era algo que casi nunca tocaba esa pareja, debido a que por varios años se habían sometido a tratamientos médicos para tener familia y pese a sus esfuerzos no lo consiguieron.

Luego la esposa de Erasmo giró la cabeza y le comentó:

– Mira a ese niño sacando la cabeza por la ventanilla. Yo no sé cómo sus padres no le llaman la atención.

– ¿Qué niño?

– Ahí Erasmo, no me digas que no viste al muchachito de gorra verde que viene en el auto que se encuentra a mi derecha.

– Amor, creo que te hace falta dormir. Esta carretera está más sola que un panteón , quiero decir a excepción de nosotros no está circulando nadie.

– Llámame loca o lo que quieras pero yo lo vi.

Tres cuartos de hora más tarde, el hombre detuvo el vehículo sorpresivamente, ya que vio un cuerpo tirado en la rampa de auxilio.

– ¿No es el niño de la cachucha verde? Le preguntó a su cónyuge.

– Sí, parece que es él. ¿Por qué no te bajas a ayudarlo? Puede que esté herido.

El sujeto bajó de su carro y se acercó lentamente hasta donde estaba la criatura. La levantó con cuidado y se percató de que una de sus piernas estaba rota.

– No te preocupes hijo, te llevaremos a un hospital.

En eso estaba cuando notó un olor putrefacto que emanaba del cuerpo del niño. Quiso gritar de terror , al ver que estaba cargando un organismo en descomposición pero la voz no le respondió. Con bastante sigilo levantó la visera de la gorra, para apreciar el rostro de la entidad y quedó boquiabierto al observar que aquello era un cráneo lleno de agujeros. Posteriormente subió a su automóvil y condujo hasta llegar a su destino.

Esa pareja tuvo suerte, pues según me cuentan el niño de la cachucha verde ya ha cobrado la vida de al menos 20 conductores en esa carretera.

Leyenda de la casa de las rosas

La mayoría de las personas en la colonia “las Fuentes” y sus alrededores, estaban conscientes de que no debían poner un pie en aquella propiedad, pues aparte de tener cientos de letreros de advertencia por considerarse monumento histórico, la construcción era ruinosa y deplorable, muy lejano al majestuoso edificio que fue en sus épocas de gloria, cuando le habitaba una prestigiosa actriz.

La fachada colonia y ostentosa aún se notaba, sobre todo porque no hacia juego con el entorno, que había ido progresando con el paso de los años. Solo los más ancianos recordaban la trágica historia de la joven que vivió ahí, la cual contrajo matrimonio cuando se encontraba en la cumbre de su fama, pero ni tiempo tuvo de disfrutar pues su marido se suicidó durante la luna de miel y ella volvió triste a casa, para iniciar un encierro total hasta el día de su muerte.

Pero como es bien sabido, hay personas a quienes las advertencias les parecen retos, sobre todo a los jóvenes aburridos que rondaban por las cercanías, quienes se esforzaban por hacer apuestas, desafiándose unos a otros para entrar y robarse alguno de los carísimos objetos que según contaban aún quedaban dentro de la mansión.

Carlos era el nuevo chico en la calle, así que le obligaron a entrar en la antigua casa, a manera de iniciación, él no la había pisado jamás, así que le fue fácil perderse, pues en verdad aquello era un laberinto a punto de venirse abajo en cualquier momento. Buscaba impaciente la salida, cuando se topó con ella, una hermosa mujer de piel blanca, con una abundante melena negra brillante que resaltaba sobre un rojo vestido de gala. Su sonrisa era tan intensa que volvía a la vida aquellos muros a cada paso que daba, los escombros formaban maravillas, los pisos relucían, las paredes se llenaban de color, mientras una dulce tonada de piano sonaba en el fondo.

Tan absorto estaba el chico en la belleza de aquella joven que se olvidó de la realidad, solamente caminaba detrás de ella, perdido en sus encantos, ignorando el grito de sus compañeros, que a través de las ventanas le pedían regresar. Ellos no podían ver a la hermosa mujer, solo a su nuevo vecino caminando hechizado entre los escombros, desconectado del mundo…sabían que algo iba mal, se desagarraban la garganta llamándole, hasta quedar sin aire en los pulmones, pero era inútil, estaba atrapado en los recuerdos de aquella torturada alma que no podía descansar en paz, añorando a su amado, al cual por desgracia, Carlos se parecía demasiado.

Ese era el destino del chico, como si el espectro de la actriz lo hubiese llamado desde lejos, para venir a sustituir un amor perdido, y darle vida a muerto, pues desde aquel día, los jardines de la mansión florecieron, se llenaron de rosas, coloridas y hermosas. Las risas de una pareja feliz inundaron el lugar, aquellos que se atrevieron a mirar, dijeron haber visto al pobre Carlos consumiéndose en los brazos de aquel espectro, que le robaba la vida de a poco; pero él siempre sonrió. Incluso en el momento que la actriz le succionó el espíritu de aquella defraudada cascara humana, el parecía muy feliz de haberse liberado de aquella carga, para poder disfrutar a rienda suelta un romance con la mujer de rojo, ahora que pertenecía a su mundo.

Ahora las cosas han cambiado, nadie se acerca a la casa de las rosas porque se habla de una pareja de espectros, que bailan y ríen a rienda suelta todas las noches.

Leyenda de la Casa Cuna De Cádiz

El 18 de agosto de 1947, una tremenda explosión se produce en las inmediaciones de los Astilleros Echevarrieta Larraiga, de Cádiz, una de las empresas más importantes en construcciones navales, esta enorme explosión destruyó por completo la Casa Cuna y acabó con la vida diecinueve muchachos, nueve niñas, doce sirvientas y cinco monjas. Muchos de los cadáveres no consiguieron ser identificados debido a que sus cuerpos se encontraban aplastados, mutilados e irreconocibles, y fueron enterrados anónimamente en fosas comunes. Otros nunca se encontraron y se los dio definitivamente por desaparecidos.

La Casa Cuna se fundó como hospicio de la ciudad de Cádiz en el año 1621. Su función era acoger a niños recién nacidos llevados por sus madres, por estar estas imposibilitadas económicamente, o por no oponerse a la sociedad de la época trayendo al mundo hijos ilegítimos. A estos infantes se les denominaban como ”Niños del Hospicio”, criados, cuidados y educados por monjas de la caridad ayudadas por enfermeras, amas de leche y cuidadoras.

Después de la explosión, se procedió a la total demolición de los restos del edificio y en su lugar se construyó la Institución Generalísimo Franco, que años después paso a llamarse Institución Provincial Gaditana.

Esta nueva Institución era un colegio estrictamente femenino dirigido por religiosas, algunas alumnas eran internas y se quedaban en los dormitorios del colegio, los cuales estaban ubicados en la misma zona donde un día estuvieron los de la Casa Cuna. A partir de ahí, empezó a crearse la leyenda.

Las alumnas percibían cosas extrañas, sobre todo en las madrugadas, escuchaban llantos de bebés, risas y carreras de niños. Percibían extrañas sombras en las ventanas, incluso presencias que las vigilaban en cada rincón. Pronto estas experiencias comenzaron a suceder también frente a los familiares que iban ahí de visita.

Tales acontecimientos activaron los nervios de las monjas, quienes prohibieron rotundamente hablar sobre el tema, pero no pudieron evitar los cuchicheos de las alumnas, que intercambiaban sus vivencias y compartían cuentos de terror entre ellas. Pronto no hubo necesidad de eso, ya que los hechos hablaban por si solos.

En una ocasión, una chica fue directamente a su habitación después del almuerzo y se tiró por la ventana. Afortunadamente no sufrió daños mayores, y al ser reprendida enérgicamente por su acto, no hacia más que responder a sus cuidadoras que fue empujada al vacío , por una fuerza invisible. Las estudiantes eran testigos de puertas que se cerraban solas, fuertes golpes de desconocida procedencia y campanas que sonaban a todas horas. Alguna afirmó ver el espectro de una monja vestida a la antigua usanza en el patio del colegio.

Posteriormente, a principios de la década de los 90, el edificio se convirtió en la sede de Radio Onda Litoral, y esta vez los testigos de los hechos mencionados, fueron sustrabajadores.

Mientras se encontraban en el estudio de grabación, a través del cristal vieron un grupo de niños con vestiduras de varias décadas atrás , que corrían a través del pasillo. Sabiendo que no había razón para que se encontraran ahí, salieron del estudio y encontraron el pasillo completamente vacío. Al extender la búsqueda por todo el edificio, tampoco obtuvieron resultados.

Hoy día se ubica allí una oficina del INEM, el personal no habla de lo que ocurre dentro, pero si se pregunta a los gaditanos sobre los fenómenos inexplicables en la ciudad , todos hacen referencia a la antigua Casa Cuna. Según ellos, los niños trágicamente desaparecidos siguen deambulando por el lugar con sus llantos y lamentos, sin encontrar el consuelo ni el descanso que necesitan, junto a las monjas que ese día corrieron con la misma suerte de ellos.

Leyenda de la condesa sangrienta

Su nombre auténtico era Erzsébet Báthory (Isabel, en castellano), más conocida como “ La Condesa Sangrienta “, debido a los macabros y sádicos crímenes que cometió, en su búsqueda por conservar la eterna juventud.

Isabel nació en 1560 en la región de Transilvania, pertenecía a una de las familias más adineradas y poderosas de Hungría. Se le dio una educación algo inusual para su tiempo, cuando muchos nobles ni siquiera sabían leer y escribir, ella hablaba húngaro, latín y alemán, también estuvo en contacto desde pequeña con la alquimia y el esoterismo, prácticas ampliamente conocidas por su dinastía.

A los 15 años fue obligada a casarse con el conde Ferenc Nadasdy, gran guerrero conocido como “ El Caballero Negro ” por su forma tan cruel de dirigirse en la batalla. Se fueron a vivir en el sombrío castillo de Csejthe en los Cárpatos, donde ella pasaba la mayor parte del tiempo en compañía de su odiada suegra Úrsula, durante esta etapa mediante la correspondencia, intercambiaba con su marido técnicas de castigo y tortura, las cuales ella aplicaba con los criados, administrando el castillo con mano de hierro. La ausencia de su marido fue la causa de que Erzsebet buscara refugio en numerosos amantes de ambos sexos de los que pronto se aburrió, buscando entonces entretenerse con prácticas esotéricas. A pesar de esto, el matrimonio tuvo tres hijas y un hijo.

Luego de la muerte de su esposo en 1604, Darvulia, también conocida como “ La Bruja del Bosque “, una de las mejores amigas y cómplices de Erzsebet se mudó al castillo. Sin la vigilancia de su marido, la Condesa dio rienda a toda su psicopatía, echó de ahí a su suegra, luego montó un siniestro laboratorio en los sótanos del castillo para dedicarse a las prácticas de magia negra en búsqueda de la eterna juventud, pues para entonces tenía ya 44 años y su enorme belleza se le estaba escapando.

Junto a su mentora, diseñó un aparato de tortura llamado “ La virgen de Hierro ” una muñeca de tamaño natural que se utilizaba en sus ritos de sangre. Era de metal, con cabellera rubia, joyas, maquillaje y siempre se presentaba desnuda, tenía un mecanismo a modo de cripta donde podía entrar una persona, la parte interna estaba forrada por puñales, ganchos y demás que eran calentados a rojo vivo; al cerrarla la persona sufría el apuñalamiento junto con otros dolores hasta la muerte. Convencida de que la única forma para anular el envejecimiento era bañarse o beber sangre de estas doncellas cometió atroces actos con ayuda de sus sirvientas para obtenerla y disfrutarla. Jo Ilona y Dorko, eran sus fieles ayudantes y las encargadas de buscar a muchachas de entre 12 y 18 años para ponerlas a disposición de su ama, quien bajaba regularmente hasta el sótano para darles mordiscos y masticar la carne arrancada aliviando así sus malestares físicos.

Durante más de 10 años, los campesinos del lugar veían el carruaje de la condesa buscando chicas humildes para prometerles una vida mejor; si se negaban, eran llevadas a la fuerza. La gran cantidad de cadáveres fueron primero enterrados con cuidado en las inmediaciones de la fortaleza pero al final, solo eran dejados en los campos sin ningún problema. A pesar de que la población expresaba su descontento ante tales prácticas oscuras. Erzsebet gozaba de impunidad por su alta cuna, y el cuidado en elegir solo sirvientas y campesinas, que esa época eran menos que nada, lo cual fue distinto tras la muerte de Darvulia, otra vez se quedó sin límites y raptaba también a jóvenes de buena familia y solo así el rey Matyas envió al conde Thurzo para investigar el caso. Cuando el conde él entró con sus soldados en el castillo allí estaban a la vista, cadáveres torturados , sangre derramada y la propia condesa disfrutando de uno de sus depravados baños.

En el juicio, Isabel se negó a declarar, acogiéndose a sus privilegios nobiliarios. Fue condenada a cadena perpetua, tapiaron su habitación y allí vivió emparedada durante casi cuatro años, mientras que sus cómplices murieron ejecutados. Nunca mostró arrepentimiento ni llegó a entender por qué la condenaron. Murió el 21 de agosto de 1614.

Terminaba así la historia de terror de la Condesa Sangrienta a quien sus más de 650 víctimas la llevaron a formar parte en la historia de los asesinos en serie, ostentando el titulo de la peor depredadora que haya tenido la historia del crimen. Todo por una macabra búsqueda de la belleza.

Actualmente, los documentos existentes demuestran la unión entre la familia Bathory y la de Vlad Tepes (“El Empalador”, aquel que daría origen a la historia de Drácula). Stephen Bathory, fue quien dirigió la misión que devolvió a Tepes al trono en 1476. Además, los antepasados húngaros de este estaban relacionados con el clan Bathory.

La leyenda de la ahorcada María

Durante muchos años y según consta en las actas del antiguo convento de la Concepción, las monjas enclaustradas en tan sombrío lugar, sufrían las apariciones de una blanca y espantable figura en habito de monja, colgada de uno de los arbolitos de durazno. Cada vez que alguna de las novicias cruzaba el patio por las noches, y se detenía a mirarse en las cristalinas aguas de la fuente que en el centro había se topaba con aquello. Tras ellas, balanceándose al soplo ligero de la brisa nocturnal, veían a la novicia pendiendo de una soga , con sus ojos salidos de las órbitas y con su lengua fuera de los labios retorcidos y resecos; sus manos juntas y sus pies apuntando hacia abajo. Las monjas huían despavoridas clamando a Dios y cuando volvían acompañadas de la madre superiora, aquella horrible visión se había esfumado. Sucedió así por varios años, noche a noche y monja tras monja, el fantasma de la novicia colgaba del durazno espantándolas a todas, haciendo que sus rezos, misas y penitencias valieran poco para alejar la visión macabra de su jardín.

La fantasmal aparición de aquella monja ahorcada, quería solamente que se supiera la verdad de lo sucedido muchos años antes, cuando la joven y bella doña María de Ávila, perteneciente a lo mejor de la sociedad de su tiempo se enamoró de Joaquín Urrutia, un hombre de posición social muy inferior a la suya y que trataba de convertirla en su esposa para así ganar mujer, fortuna y linaje. Los hermanos de María (Gil y Alonso) descubrieron las intenciones del joven, y sabiendo que solo lo movía la ambición, le ofrecieron una buena cantidad de dinero con la condición de que se fuera definitivamente de la ciudad; el joven aceptó y se marchó sin despedirse de la mujer que tanto lo amaba.

Esto sumió a María en una profunda depresión. Finalmente, viendo tanto sufrir y llorar a la querida hermana, Gil y Alonso decidieron convencerla para que entrara de novicia al convento de la Concepción diciéndole que Urrutia jamás regresaría a su lado, pues había muerto. Sin mucha voluntad doña María entró al convento, sin dejar de llorar su pena de amor.

Se dice que al descubrir la traición de todos sus seres queridos, tomó un cordón, y caminó hasta la fuente donde se reflejó por última vez, ató la cuerda a una de las ramas del durazno y rezó pidiendo perdón a Dios por lo que iba a hacer, y sin pensarlo dos veces se lanzó golpeando sus pies en el borde de la fuente. Y allí quedó, balanceándose como un péndulo blanco movido por el viento. Encontraron el cuerpo tieso de María colgando. Dado que se trató de un suicidio, no pudo ser enterrada en tierra consagrada, de acuerdo a las disposiciones católicas

Un mes después, una de las novicias vio la horrible aparición reflejada en las aguas de la fuente. A esta aparición siguieron otras, hasta que se prohibieron las salidas de las monjas a la huerta después de la puesta de sol. Al deducir que el alma de la joven andaba penando , las autoridades comenzaron a investigar, tomando por culpables a los hermanos Ávila, pues habían sido ellos los que de alguna manera encaminaron a María a terminar con su vida.

Así que los juzgaron y sentenciaron a muerte, el 16 de julio de 1566, los dos fueron degollados. La casa donde vivieron fue destruida y arada con sal, ya que de acuerdo con algunas costumbres de la época, ésa era la única forma en que el alma de la moja pudiera descansar en paz.

Pero el fantasma de María continuaba apareciéndose en el árbol de duraznos o en las aguas de la fuente. Finalmente, se decidió talar el duraznero y destruir la fuente. Se pensaba que de esta forma todo terminaría, pero no fue así: el fantasma de la ahorcada María siguió apareciendo , esta vez, pendiendo del aire en donde una vez estuvo el árbol de duraznos.

Leyenda del Barco Fantasmas Mary Celeste

El Mary Celeste fue un bergantín construido en 1861. Algunos pensaban que el navío tenía mala suerte ya que sus dos primeros capitanes murieron ahogados antes y durante el viaje inaugural.

El 7 de noviembre de 1872 zarpó desde de Nueva York, transportando hacia Italia, 1.701 barriles de alcohol. El capitán Benjamín S. Briggs estaba al mando, llevaba a su mujer e hija de dos años. Y una tripulación de siete hombres.

El barco fue hallado a la deriva y sin nadie abordo , el 5 de diciembre de 1872, por el bergantín Dei Gratia. La comida estaba servida y todavía caliente, la ropa y pertenencias, estaban en su lugar. El diario de navegación mostraba la última anotación el 24 / 11 / 1872; sin mencionar algo que pudiera explicar la desaparición de la tripulación.

Quienes abandonaron el barco lo hicieron a toda prisa, sin recoger provisiones, pero llevando consigo los documentos del barco, el sextante, el cronómetro. Al no encontrar La Yola se cree que huyeron en ella, y siendo tan pequeña sin duda fue sobrecargada y volcó, dando un trágico final a toda la tripulación.

La versión oficial afirma que una fuga de gases del alcohol que se transportaba, hizo pensar al capitán que podría ocurrir una explosión o envenenamiento y ordenó desalojar el barco inmediatamente.

Otras teorías dicen que:

El barco fue abandonado en un momento de pánico , ante el peligro de naufragar frente a una tempestad, o una tromba. Pero los botes salvavidas estaban aún en el barco y no presentaba ningún tipo de destrozos. Se especuló que la tripulación fue capturada por una banda de piratas, un OVNI , e incluso una monstruosa criatura marina hambrienta, conocida como Kraken.

En suposiciones más oscuras, se cuenta que los marineros en plena borrachera, asesinaron al capitán y su familia , huyendo a bordo de otro barco. También que la comida o el agua estaban contaminadas, causaron alucinaciones y trastornos mentales que llevaron a todos a lanzarse por la borda. Tal vez fue el capitán quien se volvió loco y lanzó a todos fuera de barco. Pero misteriosamente…no se encontraron indicios de violencia.

Sin duda la más inquietante menciona que el barco llevaba como polizón a un psicópata asesino que vendió su alma al Diablo a cambio de permitirle escapar de la cárcel. Estaba afectado de peste que contagió a la tripulación. Cuando Satanás se presentó a cobrar su deuda, dejó penando aquella alma en la embarcación, y ante los extraños ruidos que se escuchaban cada noche, conociendo su fama de maldito, los miembros de la tripulación presa del pánico, abandonaron el barco. Quienes quedaron a bordo desaparecieron uno a uno, hasta que el capitán quedó solo, pero… una noche de tormenta vio salir de una escotilla, una figura demoniaca, que tomó el timón mientras él se arrojó al mar para escapar… vio como el barco se alejaba con Satanás al mando.

Después de los misteriosos sucesos, cambió frecuentemente de propietario, vendiéndose por debajo de su valor, pues nadie quería navegar en un “barco embrujado”. Hasta llegar a manos de Parker quien lo destruyó en un intento de fraude al seguro.

Al poco tiempo, Parker se arruinó y murió. Uno de sus cómplices se suicidó y el otro murió en un hospital psiquiátrico. Al final, el maleficio del Mary Celeste había vencido…

Leyenda del Submarino UB-65

En 1916, Alemania emprende la construcción de una nueva flota de submarinos, en Brujas, Bélgica. En uno de ellos, el UB-65, una viga se deslizó y aplastó a dos hombres, uno de los obreros falleció, convirtiéndose en la primera víctima de una cadena de extrañas muertes ocurridas en torno a esta nave. Luego, tres tripulantes murieron asfixiados al llenarse de gases la sala de máquinas. Estos dos acontecimientos que parecían simples accidentes, fueron sólo el principio de algo más grande.

En el momento de su primera salida al mar, antes de sumergirse, el capitán ordenó a un marinero ir a proa a realizar una inspección de las escotillas, una inspección que debía realizarse de manera rutinaria, pero el marinero saltó por la borda siendo atrapado por el remolino del submarino, lo cual se consideró un suicidó. Una vez iniciada la inmersión, el capitán ordenó estabilizar la nave, pero los mandos se bloquearon y nada funcionaba, la nave continuó descendiendo hasta chocar con el fondo del mar, quedando inmóvil alrededor de 12 horas, sumergido en el fondo del mar. El agua se filtraba y nuevamente comenzó a llenarse de gases, pero en ese momento, tan extrañamente como se había hundido, comenzó a moverse y ascendió a la superficie.

Luego de estos extraños sucesos fue enviado a los astilleros para ser revisado en seco. A los pocos días fue declarado apto para el servicio. Durante el abastecimiento del submarino, un torpedo explotó súbitamente, matando en el acto al segundo teniente y ocho marineros. Fue remolcado al dique donde un marinero aseguró haber visto al segundo teniente (el que había muerto en la explosión) de pie en la proa y con los brazos cruzados, otro marinero vivió días después la misma situación y desertó.

A pesar de todo lo acontecido, el UB-65 era una nave aprobada para navegar y acudió a un servicio en el estrecho de Dover. Durante esas operaciones, una noche en el cuarto de vigilancia, dos marineros aterrados fueron a hablar con el oficial al mando para contarle que habían visto al segundo teniente fallecido, habían subido a bordo con rumbo a la proa de la nave. Sin explicación el fantasma se paró, se volvió y se quedó observándoles de brazos cruzados, mirándoles muy fijamente. Dos días más tarde, el fantasma reapareció, siendo visto por el comandante esta vez se ordenó una investigación. Para tranquilizar a la tripulación, el submarino fue exorcizado , pero las apariciones del fantasma continuaron.

Al regresar a la base, ésta se encontraba bajo un fuerte ataque aéreo, lo cual no afectó a la tripulación ya que lo único que deseaban era abandonar la nave. En los momentos que el capitán bajaba la pasarela, fue muerto al ser alcanzado por la metralla.

En la siguiente misión del UB-65 un tripulante se suicidó, un artillero se volvió loco y el primer maquinista estuvo a punto de perder la vida en un inexplicable accidente. El comandante pidió el traslado y toda la tripulación fue cambiada. La nueva tripulación embarcó en junio de 1918 para una misión en el Canal de la Mancha.

El 10 de julio de 1918, el L-2 un submarino americano, se encontró al UB-65 navegando a la deriva frente a las costas de Irlanda y creyó que estaba abandonado. Decidieron remolcarlo y cuando el capitán miró por el periscopio vio una extraña figura que permanecía de pie, con los brazos cruzados en la proa de la nave remolcada. Entonces el UB-65 explotó de repente y se hundió. A bordo de él había 34 marinos.

La investigación prosiguió después de la guerra pero ningún nuevo elemento pudo explicar lo que había pasado. El UB-65 y su tripulación fantasma, tal vez siga navegando en las profundidades los mares eternamente.

El Fantasma del Castillo de San Servando

El Castillo de San Servando en Toledo, ha tenido variados habitantes desde su remota construcción , allá en época árabe. Cuando estuvo bajo el cobijo de los Caballeros Templarios se originó la leyenda que se relata a continuación.

En una noche fría de noviembre con fuertes vientos que alborotaban la lluvia, los vigías y Don Nuño Alvear hacían la guardia mientras los demás descansaban plácidamente. El centinela vigilaba desde una pequeña habitación y casi caía dormido al no tener más entretenimiento que observar la danza del fuego en su pequeña chimenea, pero junto a los silbidos del viento creyó escuchar una tenebrosa y estremecedora voz.

Momentos más tarde alguien llamó a la puerta. Tal vez era algún necesitado, pero no había que confiar en los que andaban errantes a tan altas horas. El recién llegado dialogaba con los soldados de la entrada suplicando albergue, mientras Don Nuño, intranquilo, escuchaba tras la puerta. Su voz tenía un acento. Minutos más tarde se presentó en la cámara del Templario un viejo canoso de larga y blanca barba. Sus manos huesudas sostenían a duras penas el báculo de peregrino, y sus pies descalzos se arrastraban penosamente por las losas del pavimento. Don Nuño, estremecido, se puso de pie dirigiendo su temerosa mirada al anciano, que le dijo: -Por fin me presento ante vos-,-¿De dónde venís y a dónde os dirigís?- preguntó el guardián con voz temblorosa_,-De dónde vengo es un enigma, pero allí he de regresar de nuevo-_ contestó el viejecillo.

Don Nuño no pudo comprender las palabras del visitante, estaba demasiado asustado para pensar, se frotaba los ojos para comprobar que no fuese un sueño y al saber que no, preguntó de nuevo al anciano: –Decidme, ¿quién sois y a qué habéis venido?-,-A por vos. O mejor aún, a por vuestra alma , que escapa de vuestro pecho como el humo escapa de la llama. Ahora estáis en mis manos. ¡Soy vuestra muerte! respondió tranquilamente el anciano mientras el cuerpo del Templario era invadido por un escalofrió que le obligaba a gritar por ayuda -Es inútil, en vuestro pecho no queda fuerza para el más leve soplo. Debéis afrontar vuestro destino- exclamaba pacíficamente el señor de barbas blancas -¡Os lo ruego, -dejadme! – suplicaba Don Nuño, -De nada sirven vuestros ruegos ante los testimonios de los que os acusan ante Dios. ¡Mirad, mirad!-.

Entonces, entre las llamas de la chimenea, se reflejaron dolientes rostros. Don Nuño los reconoció a todos, cada uno de ellos había sufrido a manos del cruel Templario. Había musulmanes a quien crucificó, doncellas que arrojó por un precipicio al negarse a satisfacer sus sucios deseos, los pacíficos peregrinos que huían humeando en carne viva al serle derramado aceite hirviendo desde lo alto de las torres del castillo. Todas las escenas fueron revividas por don Nuño, que cayó al suelo echándose las manos a los ojos sintiendo que le ardían las entrañas, se le nubló la vista, el corazón comenzó a agitársele bruscamente y un zumbido retumbó en su cerebro.

Al despuntar el alba uno de los soldados se dirigió a la cámara de don Nuño, comprobando con espanto que éste se hallaba muerto en el suelo, con el pelo más blanco, y con abundante sangre manando de su nariz, boca y ojos. Del misterioso peregrino no supieron nada.

La Cueva de la Muerte

Por orden del presidente municipal se estaba trabajando en un nuevo camino, para unir una apartada comunidad de la sierra con los vestigios de civilización más cercanos, pues hasta el momento solo se podía llegar ahí a pie o a caballo. Los habitantes eran gente de bien que se dedicaban a cultivar y criar animalitos.

Bernardo era el único que estaba molesto por la construcción , pues decía que el ruido de las maquinas tenia a los animales inquietos y que sus vacas no querían dar leche, pues era el más cercano al área en cuestión. Ninguna autoridad lo tomaba en cuenta, y por eso el buscó su propia solución, había un lugar despoblado donde llevaba los animales a pastar, donde el ruido no se percibía tanto, pues estaba entre dos pequeños cerros, así que el hombre decidió mudarse temporalmente a esa zona hasta que el escándalo terminara.

Tomada su decisión echó algunas cosas en su carreta y se fue con sus animales. Llegó hasta el lugar que había planeado y se puso a trabajar, necesitaba corrales para su rebaño, el simplemente dormiría debajo de un árbol.

La noche le cayó de repente, el viento silbaba entre las piedras, la oscuridad era muy profunda , y el estaba demasiado cansado, así que se tiró a dormir. Ya lo había hecho antes, conocía muy bien el lugar, ahí pastaban a diario sus chivas. Llevaba un par de horas dormido, cuando los animales se alborotaron, el balar de los animales sonaba nervioso, Bernardo se levantó de prisa pensando que podrían ser atacados por lobos, pero en su lugar, vio una túnica negra que se arrastraba entre las piernas de las chivas, las cuales brincaban descontroladas queriendo salir del corral. La figura se deslizaba tan rápidamente que apenas podía verla, en un instante estaba escurriéndose por un pequeño agujero por el cual Bernardo apenas pudo pasar, iba decidido a echar tiros y matar a la criatura de una buena vez.

Cuando atravesó a gatas por el pequeño portal, la figura flotaba frente a él, la gastada túnica que cubría todo su cuerpo se mecía con el viento, en un rápido movimiento, le crecieron pies y manos, y mostró su rostro, totalmente desprovisto de carne. Bernardo la reconoció al instante –Perdone usted gran señora, si esta es mi hora, no me resistiré- pensaba firmemente que la muerte venia por él , pero ella por el contrario le dijo que no era su hora y le mostró su gran trabajo, había a su alrededor miles de flacas velas, unas mas gastadas que otras, le dijo al hombre, que aquellas eran las almas de todos los que conocía, que cuando la vela se acababa también su vida … que tenia por el mundo regadas miles de cuevas, que visitaba a diario para llevarse a aquel cuya flama se había apagado.

Bernardo se vio un poco consternado, pues la mitad de aquellas velas estaba prácticamente en el suelo, se escuchó afuera un tremendo estruendo, y las velas por fin se apagaron, cuando salió a ver lo sucedido, un cerro se había derrumbado sobre el pueblo , intentaban usar explosivos para abrir un hueco, pero en un error humano aun no había terminado de colocarlos, cuando se accionaron. No hubo mucho que hacer y Bernardo vio trabajar a la muerte hasta el amanecer.

Leyenda de María Angula

María Angula era una niña conocida por su manía de lengua larga, aunque era muy alegre, le gustaba enemistar a las personas llevando chismes de aquí para allá. Tanto gastaba el tiempo en esto, que no pudo aprender las labores del hogar, ni siquiera algo tan indispensable como cocinar.

Sus problemas empezaron al casarse con Manuel, pues este le pedía todos los días una comida que ella no sabía hacer. Corría entonces con su vecina Mercedes, una excelente cocinera para que le diera instrucciones. Nada más terminaba la mujer de hablar, Maria salía con el cuento de que ya sabía cómo hacerlo y que era bastante fácil.

Como esto sucedía día tras día, la señora Mercedes estaba molesta y se decidió a castigar a la irrespetuosa recién casada. Cuando vino María por indicaciones para un caldo de tripas con panza, la vecina le dijo que fuera al cementerio con un cuchillo afilado para sacarle la panza y las tripas al último muerto del día. Que después volviera a su casa para lavarlos y cocinarlos con agua, sal y cebollas, al hervir el caldo por unos diez minutos, un poco de maní… y nada más.

Igual que siempre, María dijo que eso ya lo sabía, y siguió las instrucciones de la vecina al pie de la letra. En el último momento allá en el cementerio, frente al semblante del muerto, quiso huir, pero el miedo no se lo permitía; en su lugar, para terminar pronto con aquella tarea, dirigió el cuchillo con sus manos temblorosas, y lo clavó en el cadáver fresco para arrancarle las entrañas. El marido sin saberlo, hasta se relamió los dedos ante aquella sabrosa comida.

Esa noche, María Angula fue despertada de su plácido sueño, por unos aullidos lastimeros, luego, unos pesados pasos hicieron crujir las escaleras que llevaban hasta su cuarto. La pobre mujer se encontraba aterrada sobre su cama, un sórdido silencio invadía el ambiente, después, en medio de un resplandor fosforescente un hombre fantasmal cruzó por el umbral: —¡María Angula, devuélveme mis tripas y mi panza que robaste de mi santa sepultura! —gritaba el hombre de voz cavernosa.

El miedo de la mujer le salía hasta por los ojos, apenas podía incorporarse llena de horror, ante aquella figura luminosa y descarnada. Intentaba gritar para despertar a su marido, pero la voz se negaba a salir conforme el difunto avanzaba mostrándole el hueco que había dejado en su cuerpo.

Para no verlo, se metió bajo las cobijas, pero las manos frías y huesudas del profanado difunto la tomaron de las piernas para arrastrarla hasta un lugar donde jamás pudieron encontrarla.

Leyenda de la casa sangrante

Era la madrugada del 9 al 10 de Agosto. Don Eleuterio Castaño, descubre al levantarse que el piso está lleno de algo viscoso, al iluminar el salón, ve que proviene de las paredes, aquel liquido era de un color rojizo brillante y no tardó en darse cuenta que se trataba de sangre.

Aterrorizado por la idea de que su casa estaba sangrando , tal como si tuviera vida y hubiese sido herida de alguna manera, llamó de inmediato a la Guardia Civil para pedir ayuda, pero cuando esta llegó la hemorragia se había detenido, y solamente quedaba el horrendo espectáculo de una habitación impregnada de sangre.

Igual de asombrados que el primer testigo las autoridades no hicieron más que llamar al alcalde, que al llegar notó de inmediato que nadie había exagerado el acontecimiento; las paredes estaban verdaderamente manchadas de sangre , y en el suelo había un charco. El alcalde asustado de aquella escena tan enfermiza, hizo venir urgentemente al médico de la ciudad; toda la familia se encontraba en estado de shock por haber visto la sangre brotar a borbotones desde sus paredes y estancarse en el piso de su sala.

La noticia corrió de boca en boca y los curiosos se acercaban a la casa para comprobar lo escuchado. Y efectivamente, ¡ahí estaba la sangre! en las paredes y suelos de la casa, pero a esas horas ya seca.

Aquel verano del 1985, la noticia del momento anunciaba que: “Sangre de procedencia extraña brota de las paredes y el suelo de una vivienda”. El inmueble pertenecía a la familia Castaño y estaba ubicado en el nº 28 de la C/ Gabriel y Galán en la localidad de Arroyo de la Luz en Cáceres.

Unos decían que la sangre de un matadero cercano se había filtrado por las tuberías, otros contaron que pertenecía a una de las hijas que había tenido un aborto, algunos afirmaban que los seres del más allá intentaban comunicarse con nosotros. Hubo quien propuso la teoría de que antes de la guerra, en esa misma vivienda una madre asesinó a su hijo y más tarde lo enterró en la Dehesa Boyal. Los ancianos atribuían todo a cosas esotéricas y pactos con el maligno no cumplidos. Sin importar la razón, las cosas eran bastante claras, de aquella casa había brotado sangre.

Con el tiempo, el asunto se fue olvidado sospechosamente. Todas las pruebas habían sido borradas; jamás se dieron a conocer los resultados obtenidos tras el recogimiento de muestras de sangre por las fuerzas del estado. Entonces “La casa sangrante” cayó en el olvido y nadie volvió a comentar nada sobre ella.

Infectados

Había una incontenible alegría en el pueblo porque una empresa Canadiense encontró oro en la región, venían hombres de traje en lujosos autos, ofreciéndole a la gente millones de pesos por sus propiedades, para los que no tenían la suerte de contar con uno de los predios afortunados, habría trabajo por más de 15 años explotando las minas. Después de haber pasado décadas tratando de vivir del campo sin resultados, era la mejor noticia que habían recibido.

Con su sueldo Pepe no hizo más que gastárselo en la cantina, llegando a su casa casi al amanecer, solo tomó un baño y se fue al trabajo, con toda la pesadez de la noche de fiesta se quedó dormido mientras manejaba la excavadora, tumbó unos botes metálicos que se suponía tenían combustible para la maquinaria, pero al romperlos se dio cuenta que salía de ellos un gas, asustado por el accidente causado, Pepe huyó dejando que los botes cayeran por el túnel regando el gas.

De inmediato empezaron los trabajadores a caer al suelo, todo el cuerpo les temblaba, echaban espuma por su boca, y caían desmayados. Cuando el equipo de rescate llegó todos se había incorporado ya, parecían solo haber conservado una leve tos. Los movieron a un campamento temporal para tenerlos en cuarentena. Poca gente pudo entender la razón de tal decisión así que se pusieron inquietos. Sin dejarlos comunicarse con sus familias, Álvaro huyó del campamento, al llegar a su casa, su mujer lo recibió muy contenta, y le preparó la cena, porque no le habían permitido comer por días.

Cuando se disponía a comer, un fuerte dolor de estomago lo tiró al suelo, mientras se retorcía la tos se llenó de sangre, y empezó a palidecer, pareciera que algo lo chupaba desde dentro llevándose de él todo el color. La esposa asustada había ido por el doctor, pero al llegar no pudieron encontrarlo, el hombre había salido corriendo, mientras en el campamentos, la mayoría comenzaba a sufrir los mismos síntomas, su fuerza había aumentado de forma desmedida y aunque tenían un equipo de seguridad para protección de los médicos, no se dio abasto, los hombres infectados los tomaban entre sus manos partiéndolos en dos como ramas viejas, o arrancando sus extremidades de un solo jalón. No estaban en sus cinco sentidos, la desesperación se había hecho presa de ellos, y con esa nueva fuerza de la que eran dueños, fue muy fácil acabar con quien se les pusiera enfrente.

Entre una lluvia de balas eran pocos los que caían, la mayoría resistía aumentando su furia al doble, acabada la gente, destruían todo a su alrededor, sus caras se había deformado, las facciones resaltaban como si estuvieran hinchados, y con tanta furia las venas del cuerpo duplicaban su tamaño. Viéndose a través de la piel como si tuviesen vida propia.

Con el corazón acelerado algunos de ellos caían simplemente fulminados por un infarto, y algunos otros se agitaban mas hasta el punto de hacer explotar sus venas y morir desangrados con chorros a presión que expulsaban la sangre en segundos…

La famosa empresa Canadiense de Mineros, era en realidad un laboratorio de armas biológicas encubierto.

Cerdo

Saúl era un joven algo pasado de peso, a sus 16 años pesaba ya más de cien kilos, siempre había sido rellenito, pero tras las constantes burlas de sus compañeros a causa de su problema, cayó en un círculo vicioso del cual no pudo escapar. Era gordo porque comía demasiado, y comía demasiado por ser gordo.

Era su último año de preparatoria y la semana del baile, también había muchos eventos deportivos, se iban a enfrentar a otra escuela en un partido de futbol y sus contrincantes habían “secuestrado” la mascota, que era un cerdo. Buscando la manera de no quedar en ridículo ante los oponentes, la jefa de las porristas tuvo la idea de pedirle a Saúl que hiciera el papel de la mascota y a cambio lo llevaría como pareja al baile. A sus espaldas comentaban que no necesitaba disfraz, pues tenía toda la facha de cerdo. El joven acepto, pues así se quitaría de encima la presión de su padre que había estado molestándolo por su sobrepeso, diciéndole que nadie se fijaría en el, ¿Qué mejor manera de mostrar que se equivoca?, le restregaría en la cara que iría al baile con la chica más linda. Así que salió con todas las buenas intenciones y bailó como nunca junto a las porristas.

Obtuvo una popularidad momentánea, todos le aplaudieron, aunque también se reían de él, de cualquier forma lo hacían todo el tiempo. Donde lo veían le gritaban “cerdo” y el contestaba con gusto.

El famoso día del baile llegó, la porrista pasó por él a casa, el padre quedo sorprendido ante el hecho, y los chicos partieron a la fiesta después de un par de fotos de la madre emocionada. El auto estaba lleno con algunos compañeros más. Al llegar al lugar la chica toma de la mano a su novio –Te dije que vendría contigo, pero no que me quedaría toda la noche, pero para que veas que no soy mala, te preparé algo- le dice a Saúl mientras le apunta hacia una mesa llena de comida, en especial las hamburguesas que le gustan tanto…

La cabeza le dio vueltas escuchando las risas de los demás, diciéndole –Sírvete cerdo-,-Eres el entretenimiento de la noche- las luces del lugar parecían encenderse y apagarse mientras él sentía que algo lo quemaba desde el interior, como si fuera a explotar. Salió corriendo del lugar, mientras todos continuaron con su fiesta. El joven muy afectado se ausento por un tiempo, después fue a la sala de control, apagó las luces del salón de eventos, y activó la alarma de incendios, mientras todos salían la tenia la vista puesta en dos personas, la porrista y su novio.

Tomó a la chica de entre la gente, y la jaló hasta el salón de nuevo, cuando el novio se dio cuenta fue tras ellos, Saúl lo espero tras la puerta y le dio con un bate en la cabeza, cerró y atranco las puertas. Sobre la mesa en la que le había puesto su comida ató al joven y a la chica en una silla junto a él.

-Gracias por tus detalles, pero no esperabas que comiera solo, hoy me acompañarás a cenar- le dijo Saúl a la porrista y al mismo tiempo que hablaba con un cuchillo cortaba pedazos del joven sobre la mesa, que se despertó al sentir como algo le atravesaba la piel. Entre gritos de dolor volvía a caer inconsciente, solo para despertase a ver que cada vez tenia mas heridas. Saúl lo comía dentro de sus hamburguesas, y con un tenedor intentaba darle a la porrista un poco de su banquete, pero por supuesto esta gritaba escupía, vomitaba antes que aceptar un bocado. Saúl algo molesto por el desprecio empujó en tenedor con tanta fuerza que lo sacó por la nuca, clavándolo en el respaldo de la silla, la chica murió al instante, pero él siguió dándole pedazos de su novio hasta llenar sus cavidades, el chico de la mesa murió desangrado para cuando los servicios de emergencia pudieron romper las puertas para atrapar al “cerdo”.

La Muerte en las Paredes

Después de una muy mala racha económica en la que perdí mi casa, tuve que mudarme, a una más adecuada a mis nuevos ingresos, no me gustaba mucho, pero fue todo lo que podía pagar. El barrio era tremendo, balaceras a diario, robos, gente golpeada, y un miedo tremendo que me daba porque las paredes eran de madera, las balas podrían atravesar como cuchillo caliente en mantequilla.

Afortunadamente estaba solo, no tenía la preocupación de que algo pudiera pasarle a un ser querido, desafortunadamente también, ¡estaba solo! , sin alguien que pudiera ayudarme si algo me pasaba. La primera noche fue de nervio total, no pude pegar los ojos, ruido de autos, gente gritando en la calle, de pronto se escuchaban golpes en las paredes.

La noche siguiente los ruidos también me molestaban mucho, pero eran un poco diferentes a los anteriores, parecían estar dentro de la casa, los escuchaba muy cercanos, pensando que alguien se había metido a robar, viendo la forma en que vivían opté por esconderme, si yo salía con un bate en mano, me sorprenderían con una pistola y se acababa mi historia. Así que solo me metí debajo de la cama cual niño asustado.

Me sentí algo estúpido, pero parecía que corrían dentro de mi habitación más de tres personas, tumbando todo lo que tenían a su paso, peleando entre sí, para después quedar todo el profundo silencio. Al levantarme pude ver que no había destrozo alguno, pero si manchas negras en mi pared , cuando lo toqué me parecieron cenizas que pintaban mis dedos. Entonces me molestó la idea de que aquellos malvivientes quisieran quemar el único lugar que pude conseguir para vivir. La desesperación me llegó al punto máximo, así que fui donde un amigo herrero pidiéndole de favor que me hiciera una puerta y se la pagaría de a poco, a lo cual accedió, me reconstruyó una que tenía en su taller y el mismo la instalo en mi casa. Atornillé madera de los muebles en las ventanas y sentí que estaría un poco más seguro mientras conseguía rejas para ellas.

Pero por la noche, escuché el ruido dentro de la casa, parecía que tumbaran a alguien al suelo, después se estrellaban en las paredes … de pronto un grito angustioso se metió a mi habitación, una masa negra traspasó la puerta, detrás de ella una masa más grande y oscura voló sobre mi cabeza para cortarle el pasó, el rostro de un hombre se formó con aquel humo, después el cuerpo, una mano larga y con garras afiladas lo tomó por el cuello, arrojándolo contra la pared , la escena quedó plasmada con esas cenizas negras que ya había tocado antes.

Salí despavorido de ahí, justo en la escalera me encontré con el joven dueño de la sombra que vi en mi habitación, estaba tirado con la expresión en su cara igual a la que dejó en mi pared. Cuando tuve que regresar a casa, mirando con atención, me di cuenta de que a través de la pintura, aun se apreciaban decenas de rostros.

Después de lo que había visto no me interesó quedarme a admirar como se quedaba plasmada la muerte en las paredes. Seguramente encontrara algún admirador que si disfrute sus obras.

La Dama de Negro

Cuenta la leyenda que en un pueblecito perdido entre montañas hace ya más de 50 años que algunos de sus habitantes han vivido atemorizados por un hecho que cambió la vida del pueblo para siempre. Este hecho, cuenta que en las afueras de la localidad, y casi escondido entre una espesa arboleda, hay un edificio que fue un psiquiátrico.

Cuando pasó el tiempo el personal y los enfermos fueron reubicados en otros centros hasta que el psiquiátrico se vació oficialmente. Pero, en el pueblo empezó a circular el rumor de que a ciertos enfermos problemáticos, los habían “olvidado”. Lo cual celadores del psiquiátrico habían confirmado, agregando que muchos enfermos habían sido atados con correas a sus camas, abandonados sin alimento ni agua, y sellando e insonorizando sus habitaciones para que nadie pudiera saber nunca más de ellos.

Aunque la idea incluía demoler el edificio con enfermos dentro. Esto no sucedió, condenando a sus inquilinos a una muerte segura y horrible. Pocas semanas tras el abandono del edificio, muchos habitantes del pueblo empezaron a oír feroces gritos por las noches que provenían del edificio del psiquiátrico. Nadie quería hablar de lo sucedido pues ¡Aquellos locos ya deberían estar muertos, llevaban más de un mes sin alimento ni líquido, encerrados, atados!.

La situación se complicó más porque cada noche desaparecían animales de sus granjas y corrales y aparecían trozos de algunos de ellos por el pueblo. Rastros de sangre salían desde las cercas del ganado conducían hacia el antiguo psiquiátrico. Hubo quien, dijo haber visto por las noches a lo lejos a una mujer vestida de negro , de aspecto fantasmal y armada con una daga, destripar a los animales y llevarse muchos de ellos, para luego perderse en la negrura de la noche camino del siniestro edificio.

Pasaron las semanas, y el ganado del pueblo seguía desapareciendo, un día de fin de año los vecinos decidieron poner fin al robo de animales, aunque esto fuesen obra de un fantasma. Así que noche tras noche montaron guardia en todos los corrales y cercados. Uno de los vecinos que vigilaba encontró al ladrón con las manos en la masa y llamó al resto de personas. Delante de ellos, había una figura tapada con una manta negra, flotando a unos centímetros sobre el suelo, con una daga que movía de forma habilidosa con una mano mientras con la otra decapitaba un pollo sujeto.

Con una velocidad sobrenatural, la figura partió volando hacia el edificio al verse descubierta. Todos los vecinos fueron tras ella. Entraron salvajemente al edificio y quedaron petrificados al ver que en la sala frente a ellos había varias decenas de cuerpos famélicos, encogidos, de largas melenas y que se les notaban todos los huesos. Tirados por el suelo, acurrucados en los rincones y cientos de trozos de animales junto a gran cantidad de sangre estaban esparcidos entre ellos y por sus cuerpos.

En el centro, la figura de la dama con la manta negra permanecía de pie, levitando, con el pollo ensangrentado y la daga en las manos.

Salieron de ahí huyendo despavoridos y a partir de entonces, cada fin de año los vecinos de este pueblo dejan, algunas gallinas o cerdos u otros animales en la entrada de la arboleda, y gracias a ello, dicen los viejos del lugar que los gritos no se han vuelto a escuchar por las noches. Lo que bien es cierto, es que esos animales cada mañana de año nuevo han desaparecido.

El Cuadro de Rose Mary

Una joven pareja que se habían casado hacia dos años, vivía en soledad pues no habían tenido hijos aun, cuando el hombre iba de camino a casa vio a mitad de la carretera un cuadro, con una imagen preciosa, una mujer de la época colonial tomando el té mientras leía un libro cubierta por una sombrilla del mismo color que su hermoso vestido rojo carmesí, cuando lo tomó estaba cubierto de polvo, y en un recuadro de metal en la parte baja se podía leer “Rose Mary”. Rendido ante la belleza del cuadro, lo llevó a casa para colocarlo en el salón.

La mujer no le prestó mucha atención a la pintura, aunque el hombre parecía cuidarla como si fuera su más preciado tesoro. La miraba de reojo desde donde estaba, parecía enamorado de la pintura. Le prestaba tan poca atención a su esposa que esta enfureció en un momento, hasta el grado de sentir celos de la mujer en la pintura. Ante los reclamos el hombre le dijo –¿Es que no te das cuenta de lo hermosa que es?- pareciera que aquellas palabras hubieran presionado el botón de locura de la celosa esposa, que destrozó la vajilla en la mesa en un arranque de coraje. El hombre no reaccionó ante la situación, y simplemente se retiró al patio, repitiendo para sí mismo –Es hermosa, es hermosa-. Le vino a la mente entonces una idea “Ojalá la pintura viviera”, y pidió con gran esperanza _ -Que el cuadro viva-._

Cuando el hombre entró a casa su esposa fingía estar dormida para no pelear más, él se durmió también para encontrarse atrapado en un sueno que no quería abandonar, allí estaba aquella bella mujer de la pintura, tomando el té en su habitación, llamándole “Cariño”, invitándolo a sentarse junto a ella, y viviendo un momento romántico.

Despertando contra su voluntad se dirigió al salón donde tenía la pintura, pero esta ya no estaba, pensaba que tal vez su esposa se había deshecho de él, pero al acercarse pudo notar que la mujer seguía ahí, plasmada en la pared, había crecido, se veía un bello paisaje a su alrededor, con la torre Eiffel a sus espaldas. La pintura se extendía como si fuera echando raíces, creciendo en las paredes, tapizando toda la habitación hasta convertirla en un bello castillo, era aquello tan mágico…

—¿Quieres estar conmigo? —preguntó aquella mujer, él asintió, y besó sus labios,—Espera, aquí no se puede, antes tienes que hacerme un favor, sobre todo si quieres estar conmigo — dijo aquella mujer —Mata a tu esposa-, petición que al hombre le habría parecido extraña antes, pero no hoy, no en aquel lugar mágico, no con aquella mujer pidiéndolo.

Un portazo lo despertó (ahora sí realmente despertó), su esposa había llegado, el cuadro no se encontraba en la pared, enfurecido preguntaba por él y solo obtuvo la respuesta sarcástica -No sé dónde está y no me interesa, tal vez se fue caminando-. Tras decir eso, giró y se encontró cara a cara con su marido. Un golpe en la cabeza la hizo caer. Le dio con el cuadro de su boda y, con el símbolo de su unión. Fue un golpe tras otro. Nada lo detenía, ni los gritos de ella ni el ver como su cara se convertía en una masa de carne y hueso. Solo se detuvo al reventarle el cráneo. La escena era horrenda lleno de manchas de sangre. Arrastró su cuerpo hasta el baño manchando todo el camino. Lo colocó en la bañera y abrió la llave del agua.

Cuando fue en busca del cuadro, lo encontró partido en dos y Rose Mary parecía haber desaparecido de la pintura. Sintió un susurro en la nuca, ¡Era ella!, su querida Rose Mary. Cuando el reloj marcaba las doce, su sueño se cumplió, ahí estaba esa hermosa pelirroja, tomando el té. Sirvió té en una pequeña taza, y le dijo al hombre _—Vamos, toma tu té, y estaremos juntos por siempre, vamos, bébelo-._Lo pasó todo de un solo trago, y él murió en brazos de su Rose.

El vecino llamó a la policía porque nadie respondía a la puerta y un nauseabundo invadía el ambiente. En opinión de los forenses el hombre había golpeado brutalmente a su esposa para después suicidarse bebiendo té con cianuro.

El cuadro de rose Mary estaba intacto sobre una silla, como si estuvieran tomando el té juntos. A lo que uno de los policías dijo en tono burlón —Cuidado vaya a ser que esté embrujada. ¿No ves que ella fue la causante de todo esto? — soltaron las carcajadas y a sus espaldas los ojos color verde esmeralda de Rose Mary se volvían más negros que la noche.

El Cuadro

Luz era una aficionada de los mercados informales, buscaba a diario un lugar a donde ir, así fuera muy lejano, para hurgar entre las mesas de artículos usados, buscando cosas que rayaran en lo extraño, tenía el cuarto repleto de objetos que la mayoría no tendríamos en casa, aquel día para sorpresa de su familia, llegó tan solo con un cuadro , muy hermoso en verdad, un par de jovencitas, en una pequeña granja familiar, sacando agua del rio, con una bello cabaña detrás y a lo lejos un hermoso paisaje.

A su familia le gustó mucho así que lo colocaron en el salón principal de la casa. Estaban todos platicando cuando el más pequeño de los hermanos se echo a llorar apuntando para el cuadro, con extrañeza todos voltearon, sin notar nada fuera de lo común, siguieron platicando e ignoraron al niño que grito más de tres veces.

Ya entrada la noche, Luz se levantó por agua, cruzó por el salón a oscuras hasta llegar a la cocina, desde ahí podía observarse el cuadro, el cual le producía mucha tranquilidad, se quedó mirándolo fijamente, cuando de pronto, las chicas de la pintura, voltearon la cabeza de prisa hacia ella, con una expresión de espanto, echaron a correr, ante los ojos incrédulos de Luz, el paisaje se tornaba distinto, oscurecía, y las jóvenes le pedían ayuda, Luz no lo dudo y corrió hasta el cuadro, se puso enfrente intentando hablar con ellas, pero las dos se rieron, sacaron un par de cuchillos y le cortaron el cuello, pudo verse entonces, que una sombra se acercaba desde la cabaña en el fondo, hasta que estuvo tan cerca, para sacar sus manos, y llevarse a la joven hacia adentro.

Al siguiente día su familia solo pudo ver la mancha de sangre en el salón, pero sin rastros de Luz, la buscaron por varios días, sin esperanza ya. Su hermana se sentó a observar el cuadro, pudo ver con asombro el cuerpo de luz flotando en el rio, las chicas de la pintura levantaron el rostro pidiéndole ayuda, a diferencia de Luz ella si se asustó y corrió de prisa a avisar a sus padres, los cuales por supuesto no creyeron nada, en su intento desesperado por deshacerse de la pintura, esperó la noche, la cubrió con una toalla y la descolgó de su lugar, pero antes de que pudiera ponerlo en el piso, un enorme cuchillo le atravesó el vientre, regando sus entrañas sobre el cuadro, y jalando sus viseras la llevaron adentro de la pintura también.

El padre asustado por el ruido que hizo el cuerpo al caer, se levantó con bate en mano, en medio de la oscuridad se tropezó con la pintura, encendió la luz, y vio la toalla manchada de sangre en el suelo, cuando la recogió, notó con espanto que su hija era jalada por el sendero hasta la cabaña, gritaba y gritaba por la desesperación, despertando a todos los demás en la casa, uno a uno solo pudieron observar con horror como si se tratara de una película, que un hombre grande y corpulento cortaba a la joven en pedazos para ofrecerla a las dos jóvenes que la comían con gusto.

Trataron de quemar el cuadro, pero siempre aparecía al día siguiente, colgado en el salón, veían a los habitantes de la pintura moverse, como si fuera algo normal, sacaban sus manos e intentaban atraparlos, en ciertas ocasiones habían sido alcanzados por el temible cuchillo por olvidar que deberían guardar distancia.

Así que la familia, decidió, tener un invitado a cenar, cada fin de mes y sentarlo bajo el cuadro… para que lo tomaran a él y no a alguien de la familia.

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