La última puerta del pasillo

Marco miraba la televisión. Al darse cuenta de lo avanzado de la noche, se levantó y fue a su habitación. Mientras subía las escaleras, miró el enorme pasillo oscuro. Le daba tanto terror. Observó las habitaciones, la suya estaba hasta casi el final del enorme y oscuro pasillo. Caminó a paso lento, se acercó cada vez más, cerró sus ojos fuertemente, intentó pensar en algo más agradable.

Cuando estuvo frente a la puerta de su habitación, suspiró aliviado, pero su paz no duró mucho, ya que la última puerta del pasillo se abrió mostrando los ojos de su madre, observándolo.

-Marco, cariño, ¿eres tú?- preguntó con su dulce voz.

-Sí, mamá-contestó, intentando calmarla.

-Está bien, ve a dormir, descansa- dijo y cerró la puerta una vez más. A Marco no le pareció raro, ya que ella solía acostarse temprano.

A punto de entrar a su habitación escuchó cómo una puerta de las habitaciones anteriores se abría.

-Marco, deja de hacer ruido- era la voz de su madre. ¡Imposible! Ella estaba en su habitación.

-¿Mamá?-dijo anonadado.

-¿Qué pasa?

-¿Por qué no estás en tu habitación?

-La habitación está fría y no he podido dormir, así que me he cambiado de habitación por esta noche.

Sin nada más que decir, ella cerró la puerta dejando a Marco blanco como el papel y aterrorizado.

— Via Creepypastas