La cueva del Diablo

Asesinos del Zodiaco
Asesinos del Zodiaco

Cuentan que en la tierra de Veracruz, México, hay quienes encerraban una cantidad ilimitada de dinero y bienes bajo las tumbas o bajo la tierra, y que tras un par de noches, todo aparecía husmeado como si unos ladroneslo hubieran saqueado, y una vez cuentan que un grupo de hombres, hartos de que les roben sus ahorros, trataron de seguir su rastro y manteniéndose en vigilia hasta que unas sombras cayeron sobre el sitio.

Los hombres cargaron sus rifles, y de repente vieron como la sombra nada mas vagaba de un lado al otro, hasta que por fin, esta se acostó y movió como un gato, un perro que traían, estaba inmóvil, en ese momento se fue a perseguir al gato cuyos ojos brillaban como dos luciérnagas con tonos que iban de blanco, negro, amarillo a verde y rojo. En ese momento, todo se volvió mas oscuro y solo se oyeron espeluznantes gritos que enchinaron la piel de los 4 hombres, estos, paralizados, escucharon una risa diabólica y el crujido de las hojas y unas costillas sobre el suelo.

Los hombres no daban crédito y estaban paralizados, poco a poco, los pasos acercaron más, dos de ellos, se armaron de valor y corrieron hacia donde estaba el sonido, otro mas huyo, el último se desmayo, solo se supo que se oyeron gritos y una gran pelea como si una pantera atacara y un montón de serpientes lo hicieran también. A la mañana siguiente, las esposas estaban preocupadas porque sus esposos no volvieron a su lado, mientras relataban que a cierta hora, un escalofrío recorría su cuerpo y una sombra les decía que no temieran al futuro pues la elección no fue de ellas, sino de ellos.

Sólo una mujer no estaba presente, era aquella cuyo esposo se había desmayado, en poco tiempo había desaparecido. Su casa parecía abandonada y nadie estaba cerca, no había rastro alguno, pronto su familia empezó a preocuparse, entonces un día empezó a desprender un olor nauseabundo como a tripas asadas en descomposición, toda la colonia urgió para que se abriese la puerta y el escenario, a las doce del día, no era muy apto, hacia mucho calor, pero aun así la abrieron, a diferencia de lo que habían imaginado, encontraron una casa muy fría, muy diferente a lo que se sentía fuera, habían pedazos de carne por toda la casa.

Al fondo, la única luz que se veía era la de un caldero hirviendo, que emanaba un rico olor, estos estaban prestos a continuar cuando algo los detuvo, a uno de ellos los agarro una mano pequeña y a otro lo agarro otra mano fría, al voltear solo vieron la mano en descomposición de la señora que les decía cuiden de ellos cuiden de mi esposo, y mas adelante, se escucharon dos risitas, que eran las que estaban al lado del caldero, las personas que habían acudido, estaban paralizadas, solo pudieron mirar que eran dos niñitos parte gato, parte mula, parte humano, que les sonreían y les invitaban al festín, les dijeron que estaban cocinando lo mas rico, la cabeza de los tres que se habían movido que estaban invitados, pero a cambio debían darte parte de su cuerpo para el festín, al no poder aguantar mas, salieron corriendo.

Días mas tarde regreso del monte el que se había desmayado, estaba todo golpeado y ensangrentado, olía a azufre y a muerto, pero traía consigo un morral lleno de monedas de oro, y relato que encima, cuando despertó, sintió que miles de arañas y de garras le habían pasado encima, y que un gato rojo del todo le dio a elegir, que saldría con vida si rescataba a unos piratas y conseguía entrar a la cueva y salir con todo el oro que ahí había, o que si no, su vida cesaría de existir, pero salvaría el alma de su avariciosa esposa.

El hombre entró a la cueva y se encontró frente a un paraíso de soledad, pero lleno de oro y todo cuanto jamás había imaginado. Pronto ideo el modo de salir y vio dos estatuillas, que le dijeron que salvaría su alma si el quería, y el les dijo que si, estos le pidieron una parte de su cuerpo como prueba y el, no supo que darles, al no decidirse, paso un momento por su mente la avaricia de su esposa y les dijo que ellos eligieran, estos le dijeron que ya estaba decidido, y tomaron vida como dos duendes que le indicaron donde estaban los cadáveres de los piratas y le ayudaron a sacar todos los tesoros. Los piratas solo desaparecieron dándole las gracias y le dijeron que ellos saqueaban tesoros, pues hicieron una promesa al diablo de que le traerían grandes tesoros a cambio de su vida, pero ahora, estos tesoros le pertenecían a el por haberle salvado.

Tras narrarle todo lo que paso, el chico con el rostro asustado y atónito preguntó a los pueblerinos, amigos y familiares, que había pasado. Tras escuchar el relato de lo sucedido, el decidió suicidarse en su casa maldita, dejando a sus pies un tesoro que jamás fue encontrado… dicen, que volvió a la cueva y que espera al valiente que lo pueda rescatar y así salvar el alma en pena de este hombre y su esposa que aun ronda por una casa abandonada buscando tesoros y víctimas para alimentar su vida eterna.

1004956 268498076647149 1597970927 n

— Via Creepypastas

Total
0
Shares
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Posts
Asesinos del Zodiaco

Ojos blancos

Como todos los domingos, mi familia se junta en la casa de mi madre para almorzar. Debo decir…
Read More
Asesinos del Zodiaco

Dulces sueños

—¿Lo escucha, verdad? —pregunté sonriente, mientras veía la ventana detrás de ella, donde las cortinas tapaban cualquier entrada…
Read More
Asesinos del Zodiaco

Sueño escarlata

Northwest Smith compró el mantón en el Mercado de Lakkmanda de Marte. Uno de sus mayores placeres consistía…
Read More
Asesinos del Zodiaco

El perro negro

Escrito por Víctor Morales de Venezuela. Por favor Leer y dejar sus comentarios, también pueden leer mi historia…
Read More
Asesinos del Zodiaco

Cuervos

A finales de noviembre, y un cielo tan oscuro y el aire tan frío. La noche crecía. Caminaba…
Read More
Asesinos del Zodiaco

Gente Sombra

¿A qué nos referimos cuando hablamos de Gente Sombra? Básicamente a esas siniestras y oscuras criaturas asociadas a…
Read More